No se ya ni que escribo y es que el alcohol ha invadido cada pequeña partícula de mi ser.
En mi cerebro mi memoria disminuye de a poquito, no me concentro y voy perdiendo el auto control. En mi corazón la historia no varia: aumentan mis latidos, se me acelera el pulso, me siento débil, estoy cansada, y te extraño.
Te extraño como nunca, te extraño mas que siempre.
¿Cómo es que tu has podido arrancarme tan fácil de ti? ¿Cómo es que tus átomos se han desligado de los míos, así, de golpe y sin anestesia? ¿Cómo es que los insomnios no golpean cada madrugada a tu ventana y el cansancio se apodera de tus soles?
Y no es simplemente un efecto de cantina, es esta despreciable dependencia que ha creado mi ser a tu alma.
lunes, 30 de marzo de 2015
sábado, 14 de marzo de 2015
Lost
Y entonces tienes las manos atadas por detrás de las espalda y no sabes como escapar, como soltarte, como correr hacia donde sabes que esta esperándote contando en silencio cada desgarrador segundo que ha pasado desde que te fuiste y rezándole a algún Dios en el que le hiciste tener fe para que vuelvas pronto.
Ya no sabes como sentirte. Extrañas su presencia. Extrañas sus palabras, cada uno de sus pequeños gestos y detalles. Pero te aterra la idea de no poder volver a amarla, aunque sabes que lo haces con todas las fuerzas que te han ido quedando en el corazón tras las constantes luchas de soledad.
Y ella, ella solo sigue jugando con el tiempo, creando sueños que quizá no se lleguen a cumplir, refugiando tu recuerdo a pesar de cada lagrima, de cada temor.
Porque así pasa en las historias de amor: a veces, 2 personas se encuentran y ya no pueden vivir si no es de la mano, porque cada paso juntas es un golpe de realidad, una pequeña esperanza que nace en medio de escombros, un poco de libertad.
Y no huyas, ya no busques otras bocas, otros -te amo-, otras miradas a las 3 de la mañana cuando te despiertas y la tienes cuidándote de las pesadillas. No te permitas perder ese pedacito de tu alma que ella guardo en su corazón, no te permitas perder eso que tardaste tantos años en encontrar. Porque quizá, en medio de los caminos de la espera, ella se pierda y tu ya no la puedas hallar.
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