viernes, 1 de septiembre de 2017

Martes 13

-Edición de un primer borrador escrito en septiembre del 2016-


No sabes amor lo dolorosamente adictiva que es tu existencia.

Dueles. Dueles como mil puñales bañados en el veneno de tus ríos y mares que se clavan sin piedad en lo mas profundo de mis entrañas, en lo mas profundo de mi frágil ser que dejaste desprovisto de armadura cuando te fuiste de aquí.

Me hubiese gustado quererte un poco mas antes y poder dejar de quererte ahora, así todo seria mas sencillo. Así no tendría la detestable necesidad de enamorarme día a día del vació que dejo tu presencia en el mundo, en mi mundo que gira entorno al eco de tu voz que no me abandona, a tus promesas que siguen ahí dando vueltas en el cielo como diciéndome que no todo fue mentira pero que tampoco fuiste verdad.

Que maldita suerte, ya sabes, esa de encontrarte un día de la nada y sentir que las paredes se quedaban quietas y el suelo se asentaba en lo mas profundo de la tierra con el único fin de que mi pecho se volviese un refugio seguro para que pudieses vivir, para que pudieses crecer, para que pudieses tejer tus sueños.  Y que otro, con la  misma furia repentina desaparezcas y destruyas todo a tu alrededor y las paredes se desmoronen y el suelo se abra tirando todo al abismo, rompiendome por dentro, llenándome de pesadillas y retroceso, de ganas de curar las heridas con vodka barato y vino de cartón.

Me hubiese gustado quererte un poco mas antes y poder dejar de quererte ahora, así todo seria mas sencillo.